viernes, 14 de enero de 2011

Rabo de toro al vino tinto

Este fin de semana me lié y preparé un rabo de toro. Y luego me olvidé de hacerle una foto, así que ¡lo siento!. El caso es que quedó fantástico, la carne suave y blandita, la salsa genial... y me guardo aquí la receta para la próxima vez, porque como solo eramos dos a comer preparé la mitad del rabo y la otra mitad la tengo congelada para otro día.

Lo mejor es prepararlo de un día para otro. En mi caso, me lo pasé pipa el viernes por la noche y el sábado estaba la carne tomada con todo el sabor. Además, solo calentar, hacer unas patatitas fritas en cubos y ¡hala!. Comida instantánea aunque hayas salido a tomar el aperitivo...

Yo lo preparo de la siguiente manera:

Rabo de toro al vino tinto

1 rabo de toro en trozos (es lo mismo que rabo de buey, si es que no se encuentra el de toro. El mío seguro que era de vaca...)
1 cebolleta
3 zanahorias medianas
1 cebolla grande
1 nabo (mediano, mejor)
Sal, pimienta, pimienta de cayena, tomillo... cualquier hierba que se tenga en casa, siempre que no sea demasiado aromática. Es un toquecito al gusto
1 botella de Campillo (tinto rioja).

Para prepararlo, se secan los trozos de rabo con papel de cocina y se enharinan ligeramente. En una olla con aceite de oliva se doran por todos los lados y se retiran.
Mientras, tienen que estar preparados los ingredientes de la salsa: la cebolleta y el nabo picados muy pequeñitos, la cebolla y las zanahorias más grandes, yo las corto en juliana un poco grandecita.
En el aceite de freir la carne se añade la cebolleta y el nabo, se rehogan ligeramente y se pone la sal correspondiente. Después las zanahorias y la cebolla, dejando que también se doren sin que lleguen a coger color.
Se mete de nuevo el rabo ya dorado y se le dan unas vueltas, que comparta jugos.... se corrige de sal. Se añade la botella de vino tinto entera (luego os cuento un detalle) y se termina de cubrir con caldo de carne si hace falta. Se añaden el resto de hierbas (como decía, un toque al gusto, se pueden usar las que se quieran. ¿Cuáles usar?. Imagináos que sois una vaca y estáis en el campo ¿cuáles encontráis?. Pues esas mismas valen), la pimienta y se deja a fuego fuerte hasta que comienza a hervir.
Cuando empieza a hervir, se deja medio tapado y se baja el fuego a medio. Así, tiene que estar cociendo hasta que se ve que la carne se despega del hueso, que es cuando está hecho.

Si para entonces queda mucho caldo, retirar las carnes y dejar cociendo hasta que reduzca lo suficiente para que quede una salsa ligera (comprobadlo con una cuchara. La metéis en la salsa y pasáis el dedo por la parte convexa de la cuchara, si se ve que ha engordado un poco es suficiente). No hay que pasarse de reducción porque de otro modo al día siguiente estará demasiado espesa. (Cosa que, por otra parte, a mí no me molesta, para mojar pan...).

Como detalle, el tema del vino tinto. Notamos que el Campillo le daba bastante acidez a la salsa (no era desagradable, ojo, solo que un vino un poco más afrutado quizá le hubiera ido mejor). Así que la próxima vez probaremos con otro vino, más similar, quizá a un burdeos...

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