lunes, 27 de diciembre de 2010

Carillas (Fabada asturiana)

Fabada asturiana con carillas
Ya, ya sé que un título así no dice gran cosa, pero lo cierto es que cuando se usan carillas para hacer fabada asturiana puede ser muy difícil llamarlo "Fabada Asturiana".
Para aquellos que no lo sepan, las carillas son unas judías pequeñitas, blancas, delicadas, con una mancha negra en la piel en la parte cóncava. Son mucho más suaves que las judías blancas y, de vez en cuando, me gusta usarlas para hacer una fabada con ellas.
Al menos una vez a la semana me suele apetecer hacer legumbre. Las voy rotando: unas veces lentejas, otras judías, otras garbanzos... es fantástico cómo huele la casa.
Así que esta semana, tocan carillas. Yo las hago de la siguiente manera:
Primero, con una cebolla, dos o tres zanahorias (dependiendo del tamaño), un tomate (sin piel ni pepitas), un nabo y un puerro, todo picado muy pequeño, lo rehogo hasta que la cebolla está blandita y transparente.
Mientras se pican las verduras y se pochan, tengo en un cacharro, aparte, hirviendo la morcilla, el chorizo y el lacón. De esa manera se quita la mayor parte de la grasa.
Cuando está todo pochado se añaden a la olla exprés las carnes, las carillas (que han estado 8 horas en agua) y una patata grande cortada en trozos. Se cubre con agua, para 250 gramos de carillas vienen a ponerse unos 3 litros. Sal, pimienta y pimentón . Se cierra la olla y se pone a fuego fuerte hasta que sube el testigo. En ese momento, se baja el fuego a medio y se dejan 15 minutos.
Cuando ha pasado el tiempo necesario, sacar la olla del fuego y dejar que pierda presión antes de abrir. Cuando abrimos vemos si las carillas están hechas. Deben estar tiernas pero enteras, si hace falta rectificamos la sal. Si vemos que no están terminadas, ponemos al fuego unos minutos hasta que están a punto.
Hay que tener en cuenta que la olla está mejor de un día para otro. Por tanto, si dejamos las carillas demasiado blandas al día siguiente estarán excesivamente hechas.
A mí me gusta sacar las carnes y hacer un picadillo con ellas, presentándolas en una fuente aparte. El que prefiera todo dentro de la olla, solamente queda cortar las carnes en trozos y ¡a comer!.
Como resumen de la receta:
Carillas (a la asturiana). Receta para 4 personas.
250 gramos de carillas
1 patata grande
1cebolla
3 zanahorias pequeñas o 2 medianas
1 puerro
1 nabo mediano
1 tomate pequeño
1 chorizo asturiano
1 morcilla para guisar
1 trozo de lacon
sal, aceite, pimienta al gusto
1 cucharadita de pimentón

Por cierto, no puedo dejar pasar la oportunidad de agradecerle a mi chico que me haga la cena todas las noches. Y el cariño con que lo prepara todo. Así que cuelgo la foto de su última creación, un sandwich de jamón y queso. Para no saber cocinar, la verdad es que cuida hasta la presentación... :)
Sanwich de jamón y queso

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Galletas de jengibre

Galletas de jengibre
Hace ya algún tiempo que tenía ganas de probar las famosas galletas de jengibre. Y ya puesta, meterme a hacer una casa de jengibre para Navidad. Lo primero es probar la masa. Así que me he liado, he buscado la receta en Internet y he encontrado la web de Martha Stewart que tiene de todo, incluso plantillas para las casitas de jengibre.
Lo primero, buscar los ingredientes. En este caso, nos hará falta lo siguiente:
- 6 tazas de harina (viene a ser como 1 kg)
- 1 cucharadita de bicarbonato (yo tengo cucharas medidoras y son 5 ml)
- 1/2 cucharadita de levadura 
- 250 gramos de mantequilla en pomada.
- 1 taza de azúcar moreno
- 4 cucharaditas de jengibre en polvo
- 4 cucharaditas de canela en polvo
- 1,5 cucharaditas de sal
- 2 huevos
-1,5 tazas de melaza.
La melaza es miel de caña de azúcar. Tras mucho buscar la encontré en un herbolario. Y, para los que no sepan lo que es la mantequilla en pomada, es mantequilla ablandada y ligeramente batida, para que esté en forma de crema.
Una vez que lo tuve todo, seguí su preparación:
1.- Mezclar los ingredientes secos en un bol (menos el azúcar). Revolver hasta que estén todos bien repartidos.
2.- Pomar la mantequilla, si la cortamos en dados es más fácil batirla con la batidora. Se añade el azúcar moreno y batir hasta tener una crema.
3.- Seguir batiendo e ir añadiendo los huevos uno a uno. Cuando esté bien mezclado, añadir la melaza.
4.- Añadir poco a poco los ingredientes secos sobre los líquidos. Ir incorporando más a medida que se va integrando todo. Al final queda una masa ligeramente pegajosa que se separa bien de las paredes del bol. 
5.- Meter en la nevera durante una hora. Mi consejo es hacer varios montones, unos 6, envolver cada uno en plástico y así meterlos en la nevera. De ese modo se facilita bastante el amasado posterior.
Una vez que ha pasado el tiempo en nevera, precalentar el horno a 175ºC. Ir sacando de la nevera las masas a medida que las vayamos necesitando. Es mejor dejarlas unos minutos antes de amasar para que cojan algo de temperatura porque es una masa muy firme. Estirarlas con un rodillo entre dos hojas de papel de horno, así evitamos que se peguen al rodillo y no añadimos más harina a la masa.
Cuando están estiradas, con un grosor de medio centímetro, cortar la mayor cantidad posible con el cortapastas. Volver a amasar y a estirar y seguir cortando hasta que se termine la masa. Salen un buen montón de pastas, así que las he repartido entre la familia, a ver qué les parece.
Hornear las pastas en una bandeja de horno sobre papel de horno durante unos 15 minutos. No es una masa que tenga que subir, así que podemos al cabo de 10 minutos comprobar cómo están de firmes con el dedo. Si se hunde y deja marca, debemos dejarlas más tiempo en el horno. ¿Por qué 10 minutos?, pues porque si las hacemos más finas necesitarán menos tiempo de cocción y es mejor ir comprobando poco a poco.Si se dejan poco cocidas van a saber mucho a harina, no se va a apreciar bien el sabor correcto de estas galletas, que son estupendas para acompañar un café.

Las galletas, una vez frías, quedan crujientes, por lo que es mejor hacerlas finitas. Demasiado gruesas y harán muy difícil el comerlas. Y ahora que he comprobado cómo queda la masa, en unos días probaré a hacer la casita. ¡Ya tengo plastificadas las piezas de la plantilla! :)

martes, 23 de noviembre de 2010

¡Empiezo en Cordon Bleu!

El pasado mes de octubre me llegó la carta de la Escuela Cordon Bleu de Madrid, indicándome que me habían aceptado y que los cursos básicos de Cocina y Pastelería empezaban en Abril.
La espera me está matando. Tengo unas ganas locas de meterme en harina, como se suele decir, así que de momento me estoy empapando con todo blog que puedo encontrar en Internet.
La mayor parte están en inglés, (no es un problema, es que me llama la atención que no haya casi ninguno en castellano, cuando hay escuelas en Mexico y Perú), pero en general parece ser que todo el mundo disfruta como un loco y que es muy duro.

Muchos son exclusivamente de cocina, o de pastelería, alguno del Grand Diplôme y todos cuentan las muchas horas que hay que dedicarle. Es bueno saberlo. No sé si aparte de disfrutar de una gran afición al final supondrá un cambio de carrera. Imagino que muchos dirán que no tiene sentido el gasto (que, nos pongamos como nos pongamos es grande), frente al beneficio económico si luego no te vas a dedicar a cocinar profesionalmente. Pero lo cierto es que si eliges Cordon Bleu, desde mi punto de vista, cuando puedes aprender a cocinar profesionalmente en otras escuelas de cocina a mucho menor coste, es porque realmente quieres llegar a lo más alto y disfrutar en el camino. Creo que es de esas cosas en la vida, que si tienes la oportunidad de hacerlas, tienes que hacerlas. Evidentemente, graduarte en Cordon Bleu no le hace a uno Chef. Un chef se crea con muchos años de experiencia, está claro. Tal y como están las cosas en el mundo tampoco creo que signifique obtener un puesto de trabajo. Para mí, realmente, estudiar en Cordon Bleu es la oportunidad de saber cómo y porqué se hacen determinadas cosas para que el resultado, al final, sea una obra de arte culinaria.

Así que aquí estoy, en capilla, y de momento me voy a dedicar a cocinar como yo sé. Veremos si el resultado final, tras el paso por Cordon Bleu, supone una diferencia.