jueves, 20 de enero de 2011

Magdalenas de chocolate con cubierta de fondant de nubes

Magdalenas de chocolate con fondant de nubes
Normalmente siempre preparo un montón de magdalenas o de minicakes, dejo dos o tres en la cocina y congelo las demás. De ese modo, siempre tengo algo para desayunar. Zumo de naranja, café con leche y una magdalena y soy feliz.
La razón de congelarlas es que no tomamos mucho dulce, (sólo por la mañana), por lo que si no congelo la mayor parte del lote que hago lo más probable es que en 4 ó 5 días se estropeen. Se quedan duras o bien enmohecen y es una pena. Sin embargo, congelando siempre tengo un bizcocho pequeñito y viene genial cuando alguien llega a casa a merendar.

En este caso, como hoy mismo se han terminado las que había en el congelador (era un bizcocho de limón), me apetecía preparar magdalenas de chocolate. Y también tenía ganas de experimentar con el fondant de nubes, (o fondant de marshmallows), las he cubierto con una capita de crema de castañas y sobre ellas el fondant.
Otro día pondré la receta de las magdalenas (cualquier receta de bizcocho que esté rica vale perfectamente) y hoy me voy a centrar en el fondant, porque he encontrado algunos detallitos que pueden hacer más fácil el prepararlo.

Fondant de nubes

Ingredientes:
Nubes de azúcar (sí, esas que se venden en las tiendas de chuches)
Agua
Azúcar glass cernida.

Primero, hay que pesar los ingredientes. De azúcar hay que usar la misma cantidad que de nubes. Y añadirle otro tanto más después. Así que lo mejor es pesar toda la cantidad y separar la mitad en un bol.
Se ponen las nubes en un recipiente apto para microondas y se humedecen con agua. ¿Cuanta? una media cucharadita por cada 50 gramos de nubes. Es mejor no añadir demasiada porque después hay que añadir muchísimo azúcar.
Se meten en el microondas 30 segundos, al máximo de potencia (en mi aparato es de 900), y rápidamente se sacan y se revuelven para terminar de fundirlas con el calor restante. Si se hace mucha cantidad es posible que haya que hacer esta operación un par de veces más.
Se echan las nubes fundidas en el bol de azúcar glass y se revuelve y envuelve hasta que forma una masa que se puede manejar con las manos. No se os ocurra meter las manos antes porque se pegan a la piel y no hay forma de quitárselas si no es bajo el grifo del agua.
Cuando se puede manejar la masa (todavía está algo pegajosa, ir añadiendo el azúcar restante), se saca del bol y se trabaja amasándola hasta que se despega de las manos. Si veis que vais a necesitar mucha más azúcar es muy probable que hayáis echado demasiado agua. Esto se soluciona añadiendo poco a poco, a medida que se amasa, almidón de maíz o Maicena.
Cuando ya no se pega en las manos, se estira con el rodillo y se corta con la forma que se quiera. Yo usé un aro de emplatar, que tenía el tamaño perfecto para hacer los círculos con los que forrar la parte de arriba de la magdalena, tras cubrirla ligeramente con crema de castañas.

Como mi intención era hacer un lote de magdalenas rosas y otro azules, usé nubes que tenían algo de rosa. Las hay blancas (o si no, se quita la parte rosa a las nubes, aunque es laborioso y es mejor pensar en algo decorado en rosa). Y como quería probar si se podían teñir de azul (voy a tener un sobrino y me apetece llevar una tarta de este material al bautizo), usé colorante en gel de color azul. Al principio tenía un color horrible, pero a medida que lo amasé y al final al estirarlo quedó un azul bebé precioso. Tengo que probar qué pasa si se usan otros colores, porque la verdad es que es más fácil encontrar las nubes rosas que las blancas. Por cierto, la cubierta de fondant de nubes sabe, exactamente, igual que las nubes de las que se hace. Riquísimas.....

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